La traducción audiovisual o de subtítulos tiene algunas peculiaridades que hacen indispensable el trabajo de una persona preparada en este campo.
Por un lado, está el ritmo, que viene marcado por la obra audiovisual. Para eso, se utilizan programas específicos de los que disponemos.
Por otro, además de las habituales complicaciones del trabajo de traducción, está el de la adaptación de los mensajes, el mantenimiento de los registros y la transcreación de los juegos de palabras.
Además, se deben transponer por escrito los diálogos, sincronizándose con las intervenciones de los actores, de manera clara, pero sin perder la naturalidad.
Tenemos experiencia en diversos tipos de contenidos audiovisuales: transcripciones para la administraciones públicas, anuncios de marcas de ropa, tráileres de vídeos culturales, etc.